6 trucos para hacer un fantástico Slow Motion

6 trucos para hacer un fantástico Slow Motion

Los videos en Cámara Lenta o Slow Motion dan una atmósfera dramática, ayudan a crear suspenso, tensión  simplemente embellecen la estética de una escena.

Es por eso que son tan atractivos y populares, en especial hoy día en el cine y en documentales naturalistas. ¿A quién no le asombra poder apreciar el aleteo de un colibrí en cámara lenta o ver cómo estalla un grano de maíz en velocidad ultra lenta, escenas que serían imposibles de apreciar con el ojo humano de no ser por este efecto?

¿Cómo percibe el ojo humano la imagen en movimiento?

Recordemos primero que la imagen en movimiento, tanto en cine como en video, primordialmente es una ilusión óptica. En realidad, también lo es nuestra percepción del movimiento mediante el ojo humano. La retina capta imágenes fijas que se funden unas con otras lo que nos permite percibir el movimiento.

Esto es posible gracias a un fenómeno óptico conocido como persistencia retiniana, por el cual la retina conserva durante cierto tiempo la “impresión” de una imagen de modo que se combina con la siguiente, y eso nos permite percibir la sucesión de imágenes en movimiento.

El fotógrafo Eadward Muybridge, en 1887, imitó ese fenómeno mediante una secuencia de fotografías continuas de un caballo en una carrera utilizando varias cámaras dispuestas a lo largo del recorrido.

Al imprimir la secuencia de fotos en un disco giratorio que permitía proyectarlas, se obtuvo por primera vez en la historia una imagen en movimiento. Sin embargo, estas imágenes todavía no le imprimían fluidez o continuidad absoluta al movimiento, y entre una imagen y otra, el ojo humano podía notar la transición entre una imagen y la siguiente. Al girar el disco a una velocidad mayor, el efecto mejoraba y se podía apreciar un movimiento fluido, pero a mayor velocidad de cómo transcurre el movimiento en la vida real.

En pocas palabras, en “cámara rápida”. Para conseguir proyectar de modo que el movimiento se correspondiera con la velocidad real, había que bajar la velocidad en que se proyectaban las imágenes a 10 fotografías por segundo, cantidad insuficiente para que el ojo humano procesara la ilusión de continuidad. Este experimento dio origen al cinematógrafo, el primer proyector de cine inventado por los hermanos Lumière en 1895, que lograba hacer unas 16 imágenes por segundo, todavía pocas para lograr el efecto, y por eso se proyectaban un poco más rápido y es por eso que estas primeras películas, cuando las vemos hoy día, lucen aceleradas.

Es con el advenimiento del cine sonoro, al necesitar imitar a la perfección el sonido de la voz sin que resultara más rápido o más lento de lo normal, que se llega a la norma aún vigente hoy día: un mínimo de 24 cuadros por segundo es lo que hace falta para obtener una imagen en movimiento que imita la realidad.

¿Cómo funciona el Slow Motion?

Teniendo claro que necesitamos al menos 24 imágenes por segundo para tener un flujo de imágenes que el ojo percibe de manera ininterrumpida, podemos entender cómo funciona la cámara lenta o slow motion.

El secreto de la cámara lenta consiste en proyectar (o reproducir la secuencia de imágenes) más lento de cómo fueron filmadas o grabadas, teniendo siempre presente que el resultado final debe contener al menos estas 24 imágenes por segundo, de lo contrario el ojo no va a mezclarlas y veremos una sucesión de imágenes fijas en secuencia y no un movimiento fluido. La cámara utilizada debe tener la rapidez suficiente para tomar más de 24 fotogramas por segundo, y el slow motion se logra cuando el material se proyecta o reproduce a velocidad “normal”, es decir, a 24 fotogramas por segundo.

Con la llegada del video digital, todo resulta mucho más fácil. Antes de la era digital, la televisión impuso un estándar de 30 cuadros por segundo para la grabación de video. Hoy día es posible grabar video a 24, 25 (que es el sistema PAL europeo), 30 (en realidad 29,97 que es el estándar americano o NTSC), 48 y hasta 60 cuadros por segundo (el estándar actual para animación y video juegos).

Hasta hace poco, la cámara lenta en video se podía obtener solamente en post-producción. No basta simplemente ralentizar cualquier material. Si partimos, por ejemplo, de un video que será reproducido con una tasa de actualización de 30 cuadros por segundo, para reducir la velocidad a la mitad el material debe ser grabado a 60 cuadros. Para una cámara lenta más impactante y dramática, hay que grabar a 120 cuadros por segundo y luego conformar el clip en post-producción para que sea reproducido a 30 cuadros por segundo (un cuarto de la velocidad real).

6 Trucos para sacarle el mejor provecho a tu Slow Motion

1. Utiliza una velocidad alta de obturación

La velocidad del obturador o shutter es determinante cuando vamos a hacer slow motion. La velocidad de obturación debe ser igual o mayor a la cantidad de fotogramas por segundo en que se registra el video. Idealmente, debería ser el doble. Si grabamos a 60 fotogramas por segundo, la velocidad del obturador debe ser al menos de 1/60 e idealmente, 1/120.

Esto significa que la sensibilidad a la luz de la cámara se reduce al menos a la mitad si grabamos a 60 fotogramas por segundo y a una reducción dramática de la cuarta parte si nos vamos a 120 fotogramas por segundo (en este caso, el obturador debe estar al menos a 1/120 e idealmente a 1/240).

 

2. Una buena iluminación es esencial para grabar en cámara lenta

Es de suma importancia tener en cuenta que necesitaremos más luz de lo normal al grabar en cámara lenta debido a que utilizaremos una velocidad rápida de obturación al momento de grabar, por lo que es aconsejable, si vas a grabar en condiciones donde no cuentas con toda la luz natural posible, utilizar lentes luminosos de apertura máxima f/1.8 o f/2.8, además debes tener una buena fuente de luz artificial.

Una buena iluminación es lo más importante cuando trabajamos en slow motion. Un accesorio muy recomendable es la luz led HVL-LE1 de Sony, diseñada primordialmente para videocámaras pero compatible con la zapata de cualquier cámara fotográfica.

 

3. Mantén las tomas lo más estable posible

Otra cosa que debes tomar en cuenta es hacer “tomas estables”. Aunque existe la tentación de grabar con menos cuidado ya que, al estar en cámara lenta, por definición una sacudida de cámara se va a notar menos, puede ocurrir lo contrario. El resultado final puede verse seriamente afectado por inestabilidad del camarógrafo y arruinar el efecto estético que se está buscando. Siempre será aconsejable el uso de trípode o monopié para conseguir tomas de mayor estabilidad.

4. Está atento a los detalles

Si estamos registrando un documental o un evento familiar, las reacciones emocionales de los sujetos se acentúan y adquieren dramatismo si se hacen en slow motion. Los eventos deportivos o recreativos también pueden beneficiarse de la cámara lenta. Niños divirtiéndose en un parque saltando y jugando en cámara lenta enfatiza esos pequeños instantes de goce y los describe de forma más extendida. Igualmente, una jugada deportiva permite apreciar detalles que normalmente no podemos ver, sobre todo si se trata de jugadas o movidas muy rápidas.

Igualmente, el vuelo de un ave, gotas de lluvia o copos de nieve cayendo o el estallido de un grano de maíz, como cualquier otra cosa cuyo movimiento es rápido para el ojo humano, se pueden volver sumamente interesantes al plasmarlos en slow motion. Estar atento a los detalles es algo clave si estamos en busca de motivos para grabar en cámara lenta y en lo cotidiano podemos encontrar muchísimas acciones susceptibles a ser objeto de slow motion.

 

5. Edita el sonido acorde con la escena

Otro detalle importante es el sonido. La mayor parte del material que levantes en cámara lenta será silente. No resulta muy atractivo utilizar el sonido original de estos clips ya que están naturalmente ralentizados y no resultan tan atractivos a la hora de incorporarlos al video definitivo, por lo tanto siempre habrás de valerte de tus habilidades como editor y escoger bien el sonido y la música que le vas a poner a tus tomas en slow motion.

Ten en cuenta que, en la mayoría de los casos, salvo aquellas cámaras más modernas que procesan directamente el video ya ralentizado, los clips grabados a más de 30 fotogramas por segundo requieren ser procesados en el programa de edición que utilices para poderlos ver en cámara lenta. Simplemente, cada clip debe ser conformado para que sean interpretados a 24, 25 ó 30 fotogramas por segundo.

La manera de hacer esto varía de acuerdo al programa de edición que estés utilizando, pero en la mayor parte de los casos es muy fácil y basta con hacer clic con el botón derecho sobre el clip, luego “interpretar material (interpret footage)” y entonces seleccionar la cantidad de fotogramas por segundo base de la secuencia sobre la cual se está trabajando.

 

6. Evita hacer excesivos movimientos de cámara

Por último, evita excesivos movimientos de cámara. Las distorsiones de movimiento o motion blur se notan mucho más cuando se está grabando en slow motion. Es preferible que los sujetos sean quienes se muevan en una toma fija, o con movimientos precisos, discretos y cortos.

Toma en cuenta que todo lo que grabes en cámara lenta tomará el doble o el cuádruple de tiempo en ser visualizado, así que no grabes material en exceso. Te aconsejamos la mayor discreción selectiva a la hora de capturar material en slow motion. Quien vaya a editarlo (que seguramente serás tú mismo) te lo agradecerá con el alma.